Arañas de Marte es para unos una nueva
genialidad de Guillem López; para otros una novela complicada, arriesgada y que
por ello no llega a esa genialidad. Yo me quedo en el término medio, pero
tirando más por la genialidad, pues me parece colosal empezar una novela de la
forma más cotidiana y qué capítulo a capítulo se vaya complicando hasta límites
insospechados llegándote a dar un portazo en la última página.
Os
debo confesar una cosa: le tenía y le tengo mucho respeto Arañas de Marte y más después de haber leído algunas reseñas.
Llegué a pensar que sería demasiada novela para mí, pues no soy un especialista
en el género y temía dejarme muchas cosas en el tintero. Por eso, desde que
empecé la lectura decidí disfrutarla y afrontar las reseñas como siempre las
afronto: explicando aquello que he vivido, sin meterme una presión adicional.
Y
una última confesión: mirad si le tenía respeto a la novela que no me la quise
comprar en su momento para alargar mi encuentro con ella y espere a ponerla en la carta de los Reyes para que
fueran ellos los que me la trajeran y así obligarme a leerla.
Os
puedo adelantar qué ha conseguido cumplir con todas las expectativas que había
puesto en ella . Quizás no será una novela que pueda recomendar a ciertos
lectores, pero sí a todos los lectores de género; creo que, en un momento u
otro, deberían acercarse a Arañas de
Marte.
Bernard
Jonas Leman escribió hace un par de semanas para Cruce de Caminos un artículo
muy instructivo e interesante titulado, Eres más weird de lo que crees, en el
qué indicaba que Arañas de Marte era
una novela que entroncaba muy bien con el concepto weird, literatura de lo
extraño, como hacía en su mayoría de texto el gran Lovecraft.
Bernard
no iba desencaminado.
«Todos
tosen y tratan de ponerse en pie para huir, correr, pero ¿de qué? ¿Adónde?».
Hubieran
podido ser decenas las frases, los párrafos, las palabras que hubiera podido
compartir con vosotros en esta reseña, pues Guillem López utiliza de una forma
excelente el vocabulario, la gramática para construir su historia y explicarnos
justo aquello que nos quería explicar sin añadir una palabra más, sin hacer que
las historia se haga interminable, sin que tengamos que pensar en esas tijeras
imaginarias que todo lector tiene. Ya lo hizo en premiado con el Ignotus 2017 a
la mejor novela, La polilla en la casa del humo, que os recomiendo.
«-Esto es
la realidad. Yo soy el doctor Boix, la luna gira alrededor de la Tierra, esta
lo hace alrededor del Sol y tú tienes un contrato de prácticas. Ya está. Es
sencillo.
-¿Cómo lo
sabe?».
Realidades
paralelas, mundos paralelos, realidad o ficción, vivido conscientemente o
inconscientemente, y podría seguir enumerando todas aquellas cosas que te
planteas cuando estás inmerso en Arañas
de Marte. Guillem López juega continuamente con los elementos para
confundir y generar una desazón en el lector y provocarle como a su personaje
la sensación de no saber si está en la realidad del libro o en la ficción -
literatura de lo extraño.
Por
todo ello, y como ya había comentado antes, no es una lectura fácil, no es una
lectura para todo tipo de lectores, es una lectura exigente, pues Guillem López
nos tiene acostumbrados a que tenemos que poner un poquito de nuestra parte
para interpretar aquello que él nos quiere contar. Eso sí, una vez interpretado
el resultado es satisfactorio.
«A estas
alturas ya nadie se plantea la verdad, lo posible o la física de la realidad
que se cuenta en metros de cable de acero trenzado».
Una
novela qué rinde culto a las novelas pulp y que juega con la metaliteratura. Ha
sido un momento que me ha gustado mucho y un recurso muy bien encontrado para
darle sentido al conjunto a la novela.
Me
cuesta pensar que pueden existir dos lectores que tras acabar de leer Arañas de Marte pudieran llegar a la
misma conclusión, pues son tantos los caminos que llevan a ese final que la
probabilidad qué dos lectores hayan escogido en cada momento la misma bifurcación
se me hace una tarea complicada e improbable.
Se
puede decir que todo ello engrandece la novela, pero ojo, también podría ser un
arma de doble filo al poder dejar algún lector huérfano de final.
Título: Arañas de Marte
Editorial: Valdemar
Páginas: 256
SINOPSIS
Cuando Hanne y Arnau pierden a su hijo, el mundo que habitan se viene abajo. Afectada por una profunda depresión, la realidad cotidiana de Hanne se trasforma en un caleidoscopio de recuerdos, sueños y funestas premoniciones que la atrapan en una telaraña de múltiples realidades superpuestas.
La extraordinaria habilidad narrativa de Guillem López conduce al lector por el laberinto mental de Hanne, a través de los procesos cuánticos de su cerebro y percepciones alteradas, hasta la sorprendente revelación final.
Ambientada en Valencia en un futuro cercano, Arañas de Marte es un viaje desgarrador a la ficción especulativa oscura más actual, una puerta abierta al abismo de los probable y el horror ante la revelación de que vivimos una mentira y no somos más que una sombra en el muro del tiempo.
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